Les tengo una receta de una pan fabuloso y fácil de hacer.
Lo único que requiere es tiempo, pero la satisfacción que da es indescriptible.
Es un pan que no requiere mayor esfuerzo, en cuanto a
amasado. Unos pocos dobleces y tiempo hacen el trabajo.
¿Qué necesitamos?
Una olla grande antiadherente
Dos boles grandes
Paño de algodón grande
Cuchara o paleta de madera
Papel film
Ingrediente
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%
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Gr.
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Harina de Trigo panadera
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100,00
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1.000,00
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Agua
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75,00
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750,00
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Levadura instantánea
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2,00
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20,00
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Sal
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2,00
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20,00
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Totales
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179,00
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1.790,00
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En
un bol mezclamos con una cuchara de madera todos los ingredientes. Cuando estén
unidos, limpiamos con una espátula de plástico los bordes del recipiente y
aplanamos con nuestras manos húmedas la masa. Envolvemos en papel film muy bien
el bol y dejamos reposar por 12 horas.
Mezclado antes de reposo |
Después de 12 horas |
Destapamos
el bol y hacemos 4 dobleces: tomamos el extremo opuesto a nosotros y lo estiramos
hacia el otro extremo que esta frente a nosotros. Rotamos el bol un cuarto de
vuelta y hacemos lo mismo. Lo repetimos hasta completar la vuelta completa, es
decir 4 veces. Dejamos reposar por 30 minutos y repetimos la operación 3 veces
más.
En
otro bol de similar tamaño, colocamos el paño y le espolvoreamos abundante
harina. Traspasamos la masa a este nuevo recipente y espolvoreamos por encima
harina. Tapamos la masa con la puntas
del paño que sobresalen del bol. Dejamos leudar 2 horas o hasta que llene el
bol.
Con
el horno precalentado a 220ºC, metemos la olla unos minutos para
calentarla (si no consigue una
antiadherente engrasarla), la sacamos y con cuidado de no quemarnos, volcamos
la masa dentro de ésta. En este momento podemos hacerle un par de cortes al pan
por encima de 1 cm. de profundidad, aunque si no se los hacemos el pan se abrirá
irregularmente dándole una apariencia rústica increíble.
Métemos
el pan al horno tapando la olla. Horneamos
30 minutos. Destapamos un poco la olla y dejamos 15 minutos más. Quitamos la
tapa completamente y dejamos 10 minutos más. Si nos gusta más tostado, podemos pasar
el pan a una bandeja y dejarlo por unos minutos.
Una
vez que el pan adquirió un color dorado, se coloca en una rejilla. La corteza
comienza a crujir y es un sonido bellisimo, en ese momento es cuando dicen que
el pan comienza a hablar.
Si
la corteza se ablandara un poco por la humedad que sale a través de ella desde
su interior, introduzca otra vez el pan en el horno por unos minutos y la
corteza volverá a quedar crujiente.